Transformar una idea cara en una solución elegante, funcional y escalable —con sentido común y diseño en el centro
Cuando diseño, operativa y sentido común se alinean
Unificamos dos sistemas costosos en una única solución técnica y visual, funcional desde el primer día. El cliente: Mastel. El destinatario final: cadenas hoteleras como Meliá. Aporté la solución, lideré el prototipo y trabajé codo a codo con el desarrollador para que fuera viable, sencilla y lista para escalar.
Contexto
Las cadenas hoteleras con las que trabajaba Mastel necesitaban mostrar información útil para el cliente en pantallas físicas: reservas, disponibilidad de salas, eventos, notificaciones internas. Hasta entonces, usaban dos softwares distintos, ambos con costes de licencia y procesos redundantes. El objetivo: integrar toda esa gestión en un sistema único que ahorrase tiempo y dinero.


El reto
- Sustituir dos sistemas separados por una única solución sin perder funcionalidad.
- Reducir el coste operativo sin renunciar a la personalización visual.
- Encontrar una solución técnicamente viable con herramientas ya disponibles (MagicInfo).
- Desarrollar un prototipo funcional y demostrable que sirviera como carta de presentación comercial.
Qué hice
1. Propuesta conceptual de solución
- Detecté las limitaciones del sistema propuesto inicialmente por el cliente y propuse un enfoque completamente nuevo, mucho más simple y eficaz.
- Aproveché el conocimiento técnico adquirido en el proyecto de Madrid Río y lo apliqué a este contexto, reorientando toda la estrategia del desarrollo.
2. Liderazgo del prototipo funcional
- Diseñé toda la interfaz en Figma, creando componentes reutilizables para distintos escenarios: pantallas informativas de eventos, disponibilidad de salas, reservas y notificaciones internas.
- Desde Pixeliza, lideré el diseño completo del sistema visual y su integración en las pantallas.
- Validé la solución con nuestro desarrollador, quien confirmó su viabilidad sin necesidad de inversiones complejas.
3. Trabajo en equipo y ejecución
- Coordiné el desarrollo con el programador (Emi) y mantuvimos contacto constante con el CEO de Pixeliza, quien lideraba la comunicación con el cliente (Mastel).
- El prototipo fue instalado y probado en las oficinas de Mastel con éxito.
Resultado

- El sistema quedó listo para escalar y presentarse a cadenas como Meliá.
- La solución reducía drásticamente los costes operativos y ofrecía una experiencia visual mucho más limpia y eficiente.
- Se demostró que, a veces, la mejor solución no requiere desarrollos complejos, sino entender bien las herramientas y los objetivos.
Lo más sencillo suele ser lo más difícil de ver. Por suerte, esta vez lo vimos a tiempo.
Lo que aprendí
- El diseño también puede resolver problemas estructurales si se entiende el contexto técnico.
- Una buena solución es la que funciona el primer día sin tutoriales ni parches.
- Colaborar estrechamente con desarrollo desde el minuto cero cambia las reglas del juego.